Torres definió a aquel 10 de junio como “un día normal”, con la salvedad de que“Ángeles no llegó”. Aclaró que trabajó en la vivienda entre las 9:45 y las 12:45. Y agregó: "No estaba nadie, excepto Axel, que dormía en su habitación”.
La empleada doméstica conversó por primera vez con un canal de televisión desde su casa en el partido bonaerense de La Matanza. Consultada sobre si Ángeles tenía “problemas” con alguien, respondió: “No. En ningún momento la vi mal, ni pelearse ni discutir con nadie. Era un amor de criatura”.
También le preguntaron sobre la madre de Ángeles, Jimena Aduriz, y su pareja, Sergio Opatowski (“muy buenas personas”) y sobre el portero, Jorge Mangeri, único imputado en la causa (“lo conocía de paso, cuando lo veía en la entrada”)
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